
Consejos para disfrutar del verano con niños: guía para familias
Os compartimos una guía para familias con consejos útiles para aprovechar las vacaciones con los niños y niñas.
La llegada del verano a menudo evoca imágenes de días largos, sol radiante y momentos de desconexión.
Para las familias con niños, esta estación puede ser una oportunidad maravillosa para fortalecer vínculos y fomentar el desarrollo a través de nuevas experiencias, pero también plantea retos específicos que requieren una planificación cuidadosa y una adaptación a las necesidades de los más pequeños basada en el equilibrio, la seguridad y la creatividad.
PRIORIDAD ABSOLUTA: LA SEGURIDAD Y EL BIENESTAR FÍSICO
La seguridad es el pilar fundamental de cualquier actividad con niños. Su piel delicada es extremadamente sensible al sol y a las altas temperaturas.
- Protección solar: limitad la exposición directa al sol, especialmente durante las horas punta (entre las 12 h y las 17 h). Utilizad protector solar de amplio espectro con un SPF alto (mínimo 30) y específico para niños, aplicándolo generosamente cada dos horas, o más a menudo si sudan o se bañan. Los sombreros de ala ancha y la ropa de protección UV son indispensables. Recordad que los bebés de menos de 6 meses no deberían exponerse directamente al sol; su protección debe basarse en la sombra y la ropa.
- Hidratación constante: la deshidratación es un riesgo real en verano. Durante el período de lactancia materna exclusiva, esta proporciona toda la hidratación necesaria. Para el resto debéis aseguraros de que beban agua regularmente a lo largo del día, especialmente cuando están activos o expuestos al calor, incluso si no tienen sensación de sed. Vigilad los signos de deshidratación: menos orina, boca seca o letargo.
- Termorregulación y golpe de calor: mantened a los niños en ambientes frescos y bien ventilados. Los cochecitos con fundas gruesas pueden atrapar el calor; optad por opciones transpirables. Nunca dejéis a un niño solo en un vehículo, ni siquiera por un minuto, ya que la temperatura interior puede aumentar drásticamente en poco tiempo, provocando un golpe de calor mortal.
- Seguridad en el agua: si vais a piscinas o playas, la supervisión constante y sin interrupciones es obligatoria. Los ahogamientos pueden ocurrir en cuestión de segundos y en pocos centímetros de agua. Los flotadores y chalecos solo son ayudas, no sustituyen la vigilancia de un adulto.
MANTENER RUTINAS Y ADAPTAR HORARIOS
Aunque esta época del año invita a la flexibilidad, la rutina es crucial para el bienestar emocional de los niños. Proporciona seguridad, previsibilidad y ayuda a regular su sueño y alimentación.
- Horarios flexibles, pero constantes: intentad mantener unos horarios de sueño y comidas similares a los de todo el año, aunque con cierta flexibilidad para disfrutar de las tardes o noches. Quizás las comidas se desplacen un poco o las siestas sean más cortas, pero que se sigan manteniendo es muy importante.
- Sueño de calidad: las noches de verano pueden ser más calurosas. Aseguraos de que la habitación esté fresca y oscura. Un baño de agua tibia antes de ir a dormir puede ayudar a relajarlos. Los viajes pueden alterar el sueño; intentad reproducir las condiciones de su entorno habitual de sueño tanto como sea posible.
FOMENTAR EL DESARROLLO A TRAVÉS DEL JUEGO Y LA EXPLORACIÓN
El verano es una época excelente para estimular el desarrollo sensorial y motor de los niños y niñas.
- Juego al aire libre: el contacto con la naturaleza es fundamental. Los parques, bosques o jardines ofrecen un entorno rico para la exploración. Dejadles gatear o caminar sobre diferentes texturas (hierba, arena, tierra), tocar hojas, sentir la brisa. Esta interacción con el entorno natural estimula los sentidos y la curiosidad.
- Juegos de agua seguros: una pequeña piscina hinchable (con poca agua y supervisión constante), una manguera suave o cubos de agua pueden proporcionar horas de diversión y aprendizaje sensorial. El agua es un elemento fascinante que permite la experimentación con la flotabilidad, la temperatura y las texturas.
- Creatividad y materiales naturales: recoged ramas, piedras, hojas o conchas (asegurándoos de que no haya peligros de atragantamiento) e invitadles a jugar con ellos. La creación de un “rincón de materiales naturales” puede potenciar su imaginación y su motricidad fina.
- Cuentos y música: no olvidéis el poder de los cuentos y la música. Son actividades que se pueden hacer en cualquier lugar y en cualquier momento, fomentando el lenguaje, la imaginación y el vínculo afectivo.
GESTIÓN DE EXPECTATIVAS Y ACCIONES PARA MANTENER LA SALUD Y EL BIENESTAR DE LOS ADULTOS
Es importante que los adultos gestionen sus propias expectativas sobre el verano, que, con niños pequeños, no será como las vacaciones de antes.
- Flexibilidad y paciencia: los imprevistos son habituales con los niños. Las rabietas por el calor, los cambios de planes por una siesta o un llanto inesperado son parte del día a día. La flexibilidad y la paciencia son las mejores herramientas.
- Tiempo para el autocuidado: recordad que los adultos también necesitan recargar energías. Buscar momentos de descanso, delegar tareas o pedir ayuda a la red de apoyo (familia, amigos) es esencial para evitar el agotamiento. Un padre y una madre con energía positiva transmiten bienestar a sus hijos.
- Momentos de calidad: priorizad los momentos de conexión y disfrute en familia por encima de la necesidad de cumplir un programa extenso. La calidad de los momentos compartidos es más importante que la cantidad de actividades.
El verano es una oportunidad de oro para crear recuerdos inolvidables. Con una planificación reflexiva, una priorización de la seguridad y un enfoque en el juego y el desarrollo, los retos se pueden transformar en momentos de crecimiento y disfrute para toda la familia. Recordad que cada niño es único y tiene sus propias necesidades.
Artículo publicado antes en el Diari de l’Educació.
Artículo de Rosa Garcia Roura, educadora infantil y miembro del equipo de Comunicación e Innovación Pedagógica de Cavall de Cartró.