Descripción:

El ruido en la escuela, y concretamente el que se produce en el momento de comer, tanto por el movimiento de las mesas y sillas como por las conversaciones en un tono elevado, producen lo que conocemos como contaminación acústica. Los niños y niñas, según declara la OMS, son el grupo más vulnerables a los efectos nocivos del ruido.

Estos efectos se traducen en dolores de cabeza, estrés o desconcentración. Por tanto, y como actividad diaria, fomentaremos en nuestros jóvenes usuarios de este espacio el hacer una buena gestión, tanto del silencio, como del ruido, para poder minimizar al máximo los sonidos producidos. ¿Y cómo lo hacemos? Con el proyecto semáforo.

Este se materializa con un semáforo que tenemos en algunos de los comedores escolares que gestionamos. El semáforo nos va indicando en todo momento cuál es el nivel de ruido que estamos generando en este espacio. Así sabremos, según su color, si debemos bajar el tono de voz para hacer del rato de la comida un momento más tranquilo y agradable.

Objetivos:

• Reducir el ruido del espacio del comedor durante las comidas
• Conseguir que los niños y jóvenes interioricen los beneficios de disfrutar de un rato para comer en un entorno sin ruido.
• Crear hábitos saludables en relación a la contaminación acústica:
  • Hablar en un tono de voz suave
  • Vigilar el ruido al mover las sillas y mesas